Chicote prueba la oferta culinaria de 'La Madrina': un ceviche, un encebollado y una sopa marinera. Platos que están muy bien de sabor pero sus precios le parecen "de broma".

En primer lugar prueba el ceviche de 'La Madrina'. Un plato "de libro" y de sabor, aunque está "un poco dulce de más" y "las gambas están muy cocidas", en general está "bien". "Lo que más me llama la atención es que la ración es grandísima. Yo si me como esto, no como más", confiesa.

Una tamaño que la dueña justifica alegando que es como se cocina en Ecuador. "¡Ah, que es una cuestión nacional!", ironiza Chicote sobre un ceviche que está "en general bien".

En segundo lugar degusta el encebollado. Una receta con la que participó en el Campeonato Mundial de 2017 y ganó el primer premio. Chicote prueba el plato estrella que a pesar de que "está muy rico", está "pasado de cojones".

Finalmente llega la hora de la sopa marinera. Una sopa gigante, servida en una enorme cazuela de barro, que cuesta 15 euros. Según Bea, la hija de la madrina, lo más caro de su carta. "Es todo muy barato para la cantidad que ponéis", le dice el chef a los camareros antes de hacer una introspección en el plato, donde se encuentra un buey de mar ¡entero!

"Yo no puedo vender un buey de mar a 15 euros ni de broma porque es un regalo si quiero mantener a mi personal cobrando un sueldo... ¡Ah!, perdona, que vosotros no cobráis", comenta Chicote.

El chef saca de la cazuela hasta siete cuencos. "Fíjate de una sopa para dos, comemos siete. ¡Sí que se come en Ecuador!", termina el chef su cata.

Otros momentos destacados

Tras la cata, Chicote echa un vistazo a la cocina de 'La Madrina' mientras lucha con el fuerte carácter y las tomaduras de pelo de Mónica, que prefiere no contestar al chef a darle una mala contestación. El cocinero tira de ironía ante la actitud de la propietaria. "Lo de coger toda la verdura y meterla a cañón es una cosa maravillosa. ¡Qué suerte tengo de haberlo visto!", comenta.

Para comprobar qué es lo que no funciona, Alberto Chicote es testigo del primer servicio en el que la madrina decide ignorar sus comentario. Ante tal ninguneo, el chef de Pesadilla en la cocina decide dejarla llevar el servicio como a ella le parezca. "Haz lo que te salga de las narices, el restaurante es tuyo no mío", le dice.

En el segundo servicio, el chef Chicote se desespera en su reto de reflotar 'La Madrina'. Y es que Mónica ignora al chef, no acepta sus críticas, e incluso lo mira en ocasiones con desprecio. La actitud testaruda y a la defensiva de la dueña es desconcertante. "¡Ay, la virgen! Me voy a meter los clavos en la frente", comenta el conductor de Pesadilla en la cocina.

Para saber de dónde viene el fuerte carácter de Mónica, Chicote se cita con la madrina y sus hijos en su restaurante. La trágica historia que cuenta la mujer deja al chef de Pesadilla en la cocina sin palabras.

El equipo de reformas de Pesadilla en la cocina da un aire completamente diferente a 'La Madrina'. Un restaurante que parecía una casa de apuestas y ahora se traslada a Guayaquil. Así es el cambio de 'La Madrina' que deja "sin palabras" a su dueña.

El servicio de reapertura arranca con la madrina nerviosa, lo que bloquea el trabajo en cocina. Es cuando Chicote "para las máquinas" cuando Mónica despierta y hace que todo sea un éxito. Con su "Gonzalo, ¡ven aquí, coño!" cambia todo.