Alberto Chicote llega al Katay para intentar que el restaurante salga a flote. El chef decide probar los platos y termina quejándose porque están fríos y se ve la marca de los dedos que han dejado los cocineros.

Cuando Chicote se dispone a conocer la verdadera situación del restaurante, Baldo y Giovanni comienzan a faltarse al respeto con calificativos como "borracho" y "mujeriego", palabras que no sientan bien a ninguno de los dos y por lo que casi llegan a las manos.

El chef visita la cocina y conoce a los trabajadores que no pueden comunicarse con los propietarios por problemas de idioma. Giovanni comenta que se entienden "a gritos" y Chicote no se explica cómo han contratado a una persona en estas condiciones.

El servicio termina siendo un caos y Chicote piensa que lo mejor es vender el restaurante, pero Giovanni prefiere echar a su socio y quedarse él como único propietario del 'Katay'. Baldo no acepta esta decisión de buen agrado: "No me echas tú, me voy yo".

Después de tantos momentos de tensión Giovanni recibe una agradable sorpresa. Después de dos meses sin verse, su madre vuela desde Roma para la reapertura del restaurante: "Estás aquí conmigo y yo esta noche triunfo mamá", comenta el propietario emocionado.

Para la reapertura del 'Katay', algunos de los jugadores del Betis deciden ir a probar los nuevos platos pero tienen que esperar más tiempo del que pensaban. Chicote sale al comedor para pedirles disculpas por la tardanza: "Odio tener que pedir disculpas en una mesa".