Una trabajadora de una residencia pública de Madrid ha sido condenada a pagar 1.350 euros en concepto de multa y 210 euros en concepto de indemnización por haber propinado varios bofetones a una anciana de 93 años y movilidad reducida, según detalla el fallo.

Los hechos ocurrieron el pasado mes de diciembre. La enfermera se molestó porque la residente le pidió que le pusiera crema en las rozaduras que le habían salido por el pañal y le propinó dos bofetones que le dejaron la cara marcada durante una semana.

Tras lo ocurrido, a trabajadora quedó suspendida y la familia lo denunció. Entonces, en MVT la hija explicó que su madre fue zarandeada y tirada con fuerza sobre la cama.

Ahora se ha conocido esta sentencia en la que el juez considera los hechos como un delito leve. La hija de la afectada ha vuelto a hablar con el programa, donde ha considerado que el juez "no ha tenido en cuenta que es una persona totalmente dependiente". "Me parece ridícula la sentencia", ha afirmado.

Denuncia que en esa ocasión fueron dos bofetadas, pero que si la persona sigue trabajando puede volver a ocurrir algo similar o peor, y más ahora, sabiendo que "sale tan gratuito", ha manifestado.

También ha alegado que no se han tenido en cuenta los daños psicológicos que esta agresión ha causado en su madre: "Tiene miedo por las noches, porque nos sabe quién va a entrar en su habitación", ha explicado, contando que incluso "se ha caído de la cama soñando que entraban en su habitación".