Injurias, acoso, amenazas, faltas y casos de infidelidades, divorcios, despidos e incluso abusos sexuales y pederastia. El WhatsApp, la herramienta de mensajería instantánea, cada vez se utiliza más como prueba del delito en casos judiciales.

Pero ¿es una conversación de WhatsApp una prueba tan fiable como parece? Dos ingenieros informáticos españoles, expertos en ciberseguridad, han conseguido acabar con la aparente seguridad de WhatsApp.

Una red que utilizan 500 millones de usuarios con una media de 10.000 millones de mensajes cada día. Ahora dos expertos han desvelado cómo se podría intervenir un teléfono para suplantar la identidad del remitente y vincular a su nombre y número mensajes que ellos nunca han escrito.