Por acoso

Expulsan de su propia casa a una mujer en Mallorca tras inundar el bar del piso de abajo y lanzar un cóctel molotov

¿Qué ha pasado? La jueza del caso ha impuesto una orden de alejamiento de 50 metros después de considerar que la vida de la dueña del local corre peligro.

Cóctel molotov casero

Disputa vecinal sin precedentes la que se está viviendo en Mallorca. La que mantienen dos vecinas, la del segundo piso con la que es dueña de un bar. De un local que tiene justo debajo. Tal ha sido que no solo ha terminado todo en denuncia sino que una jueza ha ordenado a la primera que se vaya del domicilio por el acoso al que estaba sometiendo a la propietaria del negocio de hostelería.

Todo comenzó cuando esta señora se quejó a la dueña del bar. Lo hizo por vibraciones. Por ruidos. La propietaria dijo que no, que no era así, que era la única que se quejaba. Es cuando llega la denuncia... y el acoso.

Porque la vecina del piso de arriba trata, hasta en dos ocasiones, de inundarle el bar. En la segunda, de hecho, hace que haya 10 centímetros de agua en el local con una manguera que introdujo por una ventana. Llega incluso a tirar una viga y, ojo, también un cóctel molotov casero.

Ante estos hechos, la jueza dice que corren peligro tanto la dueña del bar como los clientes del local, al igual que los propios vecinos. La cautelar, una orden de alejamiento de 50 metros... pero claro, vive allí. La han llegado a detener incluso por quebrantar esta orden. La mujer, que tiene una hija menor, vive ahora en un coche.

"Muchos meses de conflicto"

A pesar de que en Más Vale Tarde se han tratado de poner en contacto con la denunciante y la denunciada, ninguna ha querido hacer declaraciones. Sí que las ha hecho Juan Alemany, abogado de la dueña del bar, quien afirma que son ya "muchos meses de conflicto".

"A esta señora mi cliente ni la conocía. Sabía que cada día mandaban a la Policía al local, y supo que había quejas a diario. Mi cliente preguntaba si tenían problemas y ella era la única. Pero fue a más todo. Hemos denunciado que afectó al contador de luz. Se cortaron los cables para que no funcionara la electricidad y un día el aparato desapareció. Luego las inundaciones, la viga...", cuenta.

Una situación que lleva ya así desde hace tiempo: "Hablamos de siete meses seguro. Incluso más. Quizá nueve, si sumamos el tiempo en que se enviaba a diario a la Policía".

Anímicamente, el abogado de la dueña del bar dice que "sigue muy mal": "Esta señora ha hablado en varias televisiones y ha afirmado que en este bar se trafica con drogas o que es un local de alterne. Quería emprender acciones legales por eso".