El viernes, 24 abril de 1992, Virginia y Manuela, de 13 y 14 años, desaparecen en Aguilar de Campoo (Palencia). No dejaron ni un solo rastro, y desde entonces no ha habido pista alguna fiable. Sin embargo, el juzgado número dos de Cervera del Pisuerga ha ordenado reabrir el caso al permitir unas diligencias de investigación basadas, sobre todo, en el testimonio de un par de personas que afirmaron ver a las dos jóvenes subirse a un coche: un Seat 127 de color blanco.
Aquel día era festivo en el territorio, no había colegio. Virginia y Manuela decidieron viajar a Reinosa en tren. Eran las 17:30 horas. El trayecto es corto, poco más de media hora. Ya lo habían hecho otras veces, a pesar de la prohibición de sus padres. Aunque se sabe que a Reinosa lograron llegar, poco más se supo de ellas: "Venían con un amigo y ya se pasaban aquí toda la tarde, y luego el chico las dejaba en su casa".
Virginia y Manuela estuvieron en la discoteca 'No lo sé', aunque la gente joven la conocía como 'Cocos'. Pasaron la noche bailando, y posiblemente no tuvieron dinero para el tren de vuelta: en aquella época, el billete costaba 200 pesetas. Viendo lo tarde que era, habrían decidido hacer autostop. No era la primera vez que volvían a casa así. Una vecina las vio en la carretera a las 21:15 horas, pero su coche iba completo y no pudo recogerlas.
"Seguro que estaban haciendo dedo porque las vio una vecina de Virginia", contó al programa 'Se busca' Karima Bougueffa, madre de Manuela. Existe un segundo testigo: cuatro días después de la desaparición de las jóvenes, una vecina llamó de forma anónima a la radio del pueblo. "Fuera de antena recibimos la llamada de una señora que confirmaba haber visto a las chicas montarse en un coche, un 127 blanco, y después nunca más supimos de las chicas ni de la señora que llamó al programa".
Así explicó Mon Fernández, locutor de radio, lo sucedido al mismo programa. Aunque la Guardia Civil intentó descubrir la identidad de la vecina que llamó, resultó imposible. "Las niñas estaban allí accidentalmente, no era un viaje programado ni habituales en esos momentos en esas zonas", relató a 'Se busca' Daniel Domingo Maroto, jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Palencia, que añadió: "El encuentro, si hubo un Seat 127 y si alguien las recogió, tenía que ser casual".
A Manuela y Virginia se las buscó por la zona, en el embalse y se investigó a los vecinos. Pero ¿con quién quedaron ese día en Reinosa? ¿Quién era el conductor del vehículo?