"Tengo que superarlo y luchar para que no le pase a nadie más". Es el deseo de una víctima de una presunta agresión sexual en un bar, que recuerda el momento en el que su mente desconectó hasta despertarse en un hospital.

"Noté que alguien me cargaba. Era una escalera muy estrecha. Lo próximo que recuerdo era sentir una fuerte presión en la zona de la vagina y el ano. Sé que sentía dolor en todo. Cada vez que intentaba levantarme, sentía una presión que me agachaba. La imagen que tengo es la de su cara y de verlo sin preservativo", relata en Más Vale Tarde.

Reconstruyendo los hechos, encontró el momento clave en el que asegura que fue drogada. "Fuimos a pedir unas canciones. El camarero dijo que si nos tomábamos un chupito los cuatro. Se giró y le dijo al dueño: 'Saca la botella de tequila rosa'. No lo habíamos estado bebiendo en toda la noche. Desde ese momento, mi amigo y yo tenemos muchísimas lagunas", afirma.

La chica, que cayó inconsciente en el suelo, asegura que su amigo no se acuerda ni de haber salido del pub. Su siguiente recuerdo nítido fue el de despertarme en un hospital. "Me decían que había sido una mala borrachera, que me había sentado mal el alcohol", agrega.

Acerca de esa relación, cuenta que se percató en el coche. "Me daba asco a mí misma por no haber podido parar esto. Hasta que no me veo segura de denunciar, obviamente no pongo la denuncia", zanja.

La versión del dueño del bar

Cosmin Doboaca, responsable del pub en el que presuntamente sucedieron los hechos, defiende en Más Vale Tarde que no ha ocurrido nada irregular en su negocio y defiende que el camarero que la joven denuncia que le dio el chupito es realmente un cliente del establecimiento.

"Una vez se bajó el cierre, no pasó nada", insiste, reconociendo que instalará cámaras en el local la próxima semana.