La periodista Ángeles Caballero perdió a su madre a consecuencia del coronavirus el pasado sábado, y ahora ha narrado en Más Vale Tarde cómo se vive un duelo en una situación sin precedentes en la que incluso los abrazos están prohibidos.

"El martes pasado me llamaron por la noche desde la residencia en la que llevaba desde enero de 2017 y me comunican que a la hora de la cena ha empezado a encontrarse mal y que tiene una insuficiencia respiratoria", ha comenzando explicando la periodista, que ha apuntado que "a la mañana siguiente, viendo que continuaban los síntomas, le realizaron las pruebas del coronavirus, que dieron positivo el viernes".

A pesar del dolor de una pérdida inesperada y de un duelo sin precedentes, Ángeles Caballero asegura sentirse feliz de haber podido compartir cada día de los últimos tres años de vida de su madre con ella. "Siempre se puede hacer mejor y siempre te puede quedar un pendiente porque, si algún día no he podido ir es inevitable sentir un pellizco de culpa", ha explicado la periodista, que ha asegurado que "desde el 13 de enero de 2017" ha ido cada día.

"Me ha dado tiempo a despedirme, a decirle lo que la quiero y a ella también le ha dado tiempo a decirme que me quiere. El domingo día 8 por la mañana, que fue el último día que la vi hice lo que siempre quería que hiciéramos que fue irme a tomarme un café con ella y eso es lo que me quedo", ha asegurado la periodista, que ha afirmado que tiene un recuerdo "con bastante luz".

Una de las personas que la mantuvo cerca de su madre fue María Jesús, una trabajadora de la limpieza de la residencia que hacía llegar mensajes a su madre. "Ese ha sido uno de esos momentos en los que me rompí. Siempre cuando uno recibe una noticia de este tipo uno la espera y que María Jesús se pusiera en contacto conmigo, a la que he llorado muchas veces en el hombro, para decirme que todos los días cuando entraba en el cuarto de mi madre le daba un beso de mi parte me sentí tan reconfortada y con tanto afecto...", ha explicado.

Sobre el hallazgo de cadáveres en algunas residencias de ancianos, Ángeles ha asegurado sentirse "una privilegiada": "Mi madre ha podido pagar una residencia estupenda donde de las primeras cosas que me dijeron fue el ratio de personal que había por residente. Las residencias, como tantos osos sectores, sufren una precariedad absoluta", ha incidido la periodista.

Así, ha insistido en que en su caso han podido "costear una residencia privada", aunque se pregunta "cuánta gente puede permitirse una residencia privada y cuánta gente puede permitirse tener a alguien en su casa".

Como cada uno de los pacientes con coronavirus fallecidos, la madre de Ángeles tuvo que ser velada sin la presencia de sus seres queridos, un duelo "muy extraño", según su propio testimonio: "No puedes salir a correr, a dar cuatro voces, a desahogarte. Ayer cuando fuimos a enterrar a mi madre había un punto en el que estábamos las cinco personas que fuimos con alguna distancia, sin poder abrazarnos y casi dándonos vergüenza llorar".

Así, Ángeles ha señalado que "no es tanto que los españoles seamos muy de tocarnos, sino que en un duelo hay que abrazarse".

"La verdad es que yo ahora llevo dos noches en las que he apagado el móvil cuando me he metido en la cama. Creo que esa sensación la tiene, la ha tenido la tendrá mucha gente", ha zanjado Ánageles Caballero, que ha querido trasladar un mensaje de "ánimo": "Como todo, esto también pasará".