Víctor de la Cruz era el chófer de José María Ruiz-Mateos, el fundador del grupo empresarial Nueva Rumasa. Los herederos del fallecido se han sentado en el banquillo de los acusados por el fraude de 300 millones de euros mediante la emisión de pagarés, quienes alegan que su padre era quien tomaba todas las decisiones y no se le podía llevar la contraria.

De la Cruz considera "totalmente cierto" esta defensa de los hijos, quienes "no se equivocan en nada lo que están diciendo". Preguntado por Iñaki López y Cristina Pardo el motivo de esta suerte de 'devoción' hacia el padre, el que fuera chófer de Ruiz-Mateos cree que tiene que ver con "su vinculación con el Opus Dei".

"Eran extremadamente religiosos y obedientes, como lo éramos todos con el padre. Lo que decía se hacía. A veces te podía escuchar y otras no, pero lo que decía iba a misa", explica en Más Vale Tarde.

De la Cruz se desliga de la emisión de esos pagarés, explicando que a partir de 2005 y 2006 se dedica exclusivamente al Rayo Vallecano y al PSOE, conociendo la polémica a través de la prensa. "Nos llamó la atención la cuantía de los pagarés. Nunca escuché ninguna anomalía ni nada por el estilo", concluye.