Las operaciones estéticas están a la orden del día. El 40% de los españoles ya se ha sometido a alguna y los riesgos de hacerlo sin garantizar la seguridad son cada vez mayores. De hecho, numerosas personas sin preparación compran productos que carecen de registros sanitarios para inyectarlos en lugares clandestinos, como sus propios domicilios o la trastienda de peluquerías.

El 42% de las intervenciones menores que se realizan en España son precisamente de toxina botulínica que, en caso de ser aplicada por personas sin cualificación, podría paralizar parte de la cara.

El equipo de denuncia de Más Vale Tarde ha podido comprobar cómo en Internet existen numerosos anuncios en los que quienes dicen ser auxiliares de enfermería ofertan este tipo de inyecciones. De hecho, una reportera del programa pudo comprobar por sí misma cómo le ofertaban este tratamiento. Puedes verlo en el vídeo principal de esta noticia.