Nueva víctima

Beatriz de Vicente explica cómo son las declaraciones en las salas Gesell: "Solo hace preguntas un psicólogo"

Este tipo de salas se utilizan cuando debe declarar una persona de especial vulnerabilidad como, por ejemplo, un menor. Como indica la abogada, la conversación es grabada para, después, ser emitida en el juicio y evitar la revictimización.

Este tipo de salas se utilizan cuando debe declarar una persona de especial vulnerabilidad como, por ejemplo, un menor. Como indica la abogada, la conversación es grabada para, después, ser emitida en el juicio y evitar la revictimización.

Hay una nueva víctima del sacerdote Marcelino del colegio Highlands de La Moraleja. El centro lo habría detectado en uno de los talleres de prevención del abuso sexual organizados por el colegio. El caso fue denunciado por la propia directora del centro a las autoridades policiales, tras comunicarlo a los familiares de la víctima. Así, serían ya siete las niñas que habrían denunciado a este sacerdote.

Las niñas que han sido víctimas del capellán tienen seis años. Debido a su edad, su declaración se llevará a cabo en las llamadas cámaras o salas Gesell. "Una sala que tiene un cristal de una sola dirección", indica Leo Álvarez. A un lado del cristal están las partes, padres, juez, fiscal y el presunto agresor, y, al otro, la niña junto a una psicóloga. "Solo le hace las preguntas una psicóloga y solo ve a esa persona", indica el periodista.

Beatriz de Vicente expone que primero hay una sala de juegos en las que el menor conoce al psicólogo y se le explica cómo se desarrollará la sesión. "Entonces, entra en la sala Gesell", indica. Las preguntas que plantea el psicólogo están previamente configuradas.

La abogada indica que menores de tres años no pueden declarar debido a que "no tienen configurada ni la memoria ni conceptos claros". A partir de los tres años, hacen un relato libre a partir de preguntas abiertas que no son valorativas. A veces también les piden hacer dibujos.

"Lo importante, cuando un niño cuenta algo así, es no presionar y no perturbar su memoria", explica Beatriz, "luego, una vez que está en la sala, las preguntas se la dirigimos al juez". El magistrado valora esas preguntas y son transmitidas al psicólogo que está en el interior.

Como ha indicado anteriormente, en la otra sala también se encuentra la persona acusada. "A veces es bestial", indica, "he visto padres que se levantan y van a por el acusado". "Es durísimo", afirma. De Vicente indica que esta prueba se considera "preconstituida". "Como se graba se va a ver en el juicio para evitar la revictimización", concluye, "el niño no va a volver a declarar".