El incendio, que ha provocado dos muertes y varios heridos, en el restaurante Burro Canaglia en Manuel Becerra (Madrid) tuvo su origen en una pizza flambeada. Las investigaciones judicial y administrativa siguen abiertas y uno de los elementos que las centra es la decoración del local al estilo amazónico con plantas de plástico altamente inflamables.

Lo que se sabe hasta ahora es que el fuego se inició cerca de la entrada y convirtió el local en una ratonera. Sobre esto, la normativa municipal indica que cualquier pasillo que conduzca a la salida tiene que tener elementos no ignífugos y sí combustibles, es decir, que no ardan, pero que se consuman. En este caso, parece que sí ardieron.

Otro elemento sobre el que se discute es que el local no tenía salida de emergencia. Sin embargo, el Ayuntamiento de Madrid ha aclarado que no era necesario porque el aforo no era suficiente para ser obligados a tener una salida de emergencia.

Por tanto, la investigación se centra en la decoración que no fue comunicada. El Consistorio ha asegurado a Más Vale Tarde que si se realiza una reforma en el local, no hay que avisar de ello. Sin embargo, aclaran que estas reformas no tienen que afectar a las zonas estructurales o a la salida de emergencia. Si es solo decoración o mobiliario, no pasa nada. Eso sí el mobiliario tiene que respetar la normativa antiincendios, que recoge la importancia de tener los certificados de que todos los materiales son ignífugos.