La vida deportiva de Gervasio Deferr no ha sido ni mucho menos fácil, como ha contado él mismo a Jordi Évole. Después de vivir unos meses en un infierno marcado por el alcohol y las drogas, los Juegos Olímpicos de Atenas estaban realmente cerca y decidió apartarse de esa vida y centrarse en su entrenamiento para llegar bien a las pruebas. Pero Gervasio no llegó limpio, como ha confesado en Lo de Évole: "Dije al Comité Olímpico que no me hiciera mear".

"Dije que necesitaba un tiempo para limpiarle, que venía de no entrenar, que había pasado una mala época y necesitaba que me dejaran tranquilo para entrenar", ha desvelado el exgimnasta, una solicitud que el Comité Olímpico aceptó: "No había otra. ¿Qué iban a hacer? Si venían a hacerme pruebas de doping no iba a hacerlo, e iban a estar ellos poniendo piedras en su propio tejado".

Gervasio Deferr, indignado con el sistema

El bicampeón olímpico reflexiona en este vídeo sobre cómo la fama arrolla a los deportistas cuando consiguen éxitos: "Es muy de golpe, de la nada al todo y en cinco meses ya no estás y tienes que volver a entrenar tres años".