Irene Villa fue víctima de ETA cuando tenía 12 años. Estuvo siete meses sin salir del hospital y entiende perfectamente a los enfermos que llevan tantos días de ingreso hospitalario por el coronavirus. "El apoyo social es insustituible. A mí me podía visitar gente, y eso da fortaleza".

A ella también le ha tocado despedir a un ser querido durante la crisis del COVID-19 y sabe la tristeza que supone: "Para quienes no nos hemos podido despedir de nuestros familiares es una debacle. Mi prima se ha quedado viuda joven y no he podido estar con ella", explica en Liarla Pardo.

No obstante, lanza un mensaje de ánimo y reconoce que "el dolor compartido es más llevadero". "Entre todos los vamos a superar", añade.

Psicóloga de formación, insiste en que "la salud es lo más importante" y recomienda "relativizar" lo que está ocurriendo para no caer en la desidia y la inacción. "No podemos quedarnos en la cama sin hacer nada. Eso llama a la pereza y a la depresión. Optimismo, la mente positiva y saber que se puede. Hay que vivir el momento. El autoconocimiento es una asignatura pendiente para muchos de nosotros", apunta.

Villa también celebra la decisión del Gobierno de que los niños puedan salir a la calle en unos días. "Por un lado es maravilloso tenerlos en casa, no te aburres nunca. Pero que dentro de una semana puedan salir a la calle, sea como sea, es bueno. Tienen que soltar la energía".