Los whatsapps de Ábalos

¿Y si Moncloa lo sabía?: los detalles de una semana clave sobre los mensajes de Ábalos con Sánchez

Los detalles
Según 'El Mundo', el Gobierno conocía el contenido desde hace meses, pero solo reaccionó tras la filtración; la estrategia fue minimizar, negar y silenciar, alimentando la sospecha de que se priorizó blindar al presidente antes que esclarecer los hechos.

La última semana fue clave: Moncloa ya sabía de los mensajes de Ábalos y el PSOE eligió el silencio

Según el diario 'El Mundo', el Gobierno conocía los mensajes de José Luis Ábalos con el presidente del Gobierno desde hace siete meses, lo que abre un debate sobre quién sabía que podían ser publicados, quién ignoraba esa posibilidad y si hubo algún tipo de contraprestación. En este contexto, la última semana ha cobrado una especial importancia, marcada por lo que se dijo y, especialmente, por lo que pudo haberse ocultado.

La estrategia del Ejecutivo arrancó en el momento en que trascendieron esas primeras conversaciones privadas, con el objetivo de reforzar la unidad interna ante los barones críticos. Desde Moncloa minimizaron el contenido y defendieron que se trataba de una filtración orquestada por las derechas como parte de una campaña contra el presidente, una línea argumental mantenida durante todos estos días.

Luis Planas declaró sin rodeos: "El contenido de esas publicaciones no tiene ningún significado más allá de lo puramente anecdótico. Constituyen no solo un delito sino una violación de la Constitución. Aznar dijo hace unos meses: 'el que pueda que haga'. Y lo estamos viendo."

Sin embargo, los mensajes posteriores generaron inquietud en el Gobierno, que reforzó la tesis de la comisión de un delito, aunque con prudencia práctica y sin denunciar, prefiriendo pasar al contraataque. María Jesús Montero subrayó: "Es un material que nunca tenía que haber visto la luz y que evidentemente es responsable de él quien tiene el deber de custodia, que debería haberlo resguardado o eliminado."

Desde Ferraz corrigieron rápidamente la acusación implícita hacia la UCO, negando cualquier sospecha sobre la pareja Koldo-Ábalos como responsables. Un día después, en plena polémica por el rescate de Air Europa, los mensajes irrumpieron en la comparecencia del presidente en el Congreso.

Sánchezno negó su autenticidad, pero los calificó de "cotilleo" opositor: "Llevan ustedes siete años con la misma estrategia, una estrategia de bulos, desinformación y crispación. Ustedes en la oposición entretenidos en las casquerías que les dan, y este Gobierno mejorando la vida de la gente."

Cuatro días después, Félix Bolaños endureció el discurso, sembrando dudas sobre la existencia de más mensajes y negando cualquier chantaje: "No creo que Ábalos esté chantajeando al presidente Sánchez porque lo que estamos conociendo no parece comprometer a nadie."