La receta de Pablo Casado, líder del Partido Popular, para el problema de la vivienda en España -y en alternativa a la Ley de Vivienda planteada por el Gobierno- es la de José María Aznar en 1998: liberalizar todo el suelo.

Pero España ya sabe qué ocurre cuando se liberaliza el suelo a paladas, y así lo explican en laSexta Clave, donde hacen un seguimiento a la utilidad de esta medida.

Para ello hay que retroceder a 1998, cuando todo lo que no fuera un parque nacional o un monumento histórico podía ser urbanizable. Así disminuiría también la especulación, según dijo el ministro de Fomento Rafael Arias-Salgado.

Decían que iban a bajar los precios y ¿ acertaron? Lo cierto es que los precios no bajaron, porque aunque construía más vivienda, el precio siguió subiendo incluso más rápido. En 1998 el metro cuadrado eran algo más de 750 euros, y en 2005, eran 1.800 euros, más del doble.

Esa ley que facilitaba tanto la construcción de pisos estuvo vigente hasta 2007, pero antes, en 2001, el Constitucional anuló parte de ella porque invadía competencias autonómicas, así que las comunidades hicieron sus propias leyes.

La que hoy mantiene el mismo espíritu que la de Aznar es la de la Comunidad de Madrid, con la que comparte definición de lo que es suelo urbanizable: lo es todo, salvo lo no urbanizable, lo protegido.

No obstante, Isabel Díaz Ayuso reformó la ley el año pasado para eliminar licencias y agilizar aún más las concesiones. Fue una de las dos únicas leyes que aprobó en su anterior legislatura

Pero esta ley de suelo madrileña tampoco ha conseguido frenar los precios, en ascenso año a año hasta que estalló la burbuja en 2008. En 10 años el precio se había casi triplicado. Desde 2015 ha vuelto a coger ritmo y supera los 2.600 euros el metro cuadrado.

Esta situación no viene por un problema de falta de pisos. El parque de vivienda de Madrid ha crecido un 45% en los últimos 10 años, más que la media nacional. Además hay stock de vivienda sin vender, unas 45.000 viviendas, que es el 10% de toda la que hay en España.

Entonces, pese a que el suelo en Madrid está liberalizado y se construye a buen ritmo, hay vivienda sin vender y el precio de venta sigue subiendo. Sube también el alquiler, que desde que salimos de la anterior crisis ha cogido fuerza, hasta 2020, solo lo ha frenado un poco la pandemia.

Como conclusión, entonces, laSexta Clave plantea: ¿para qué sirvieron las leyes de Aznar y Madrid? Pues resuelta que fueron elementos indispensables para que creciera la burbuja inmobiliaria.

La burbuja dejó una larga lista de empresas que se forraron y que están en la lista de morosos. De hecho, a día de hoy las tres empresas que más deben a Hacienda son del ladrillo, y deben 884 millones.