El país africano en las últimas horas está sufriendo una escalada bélica que podría desembocar en una nueva guerra civil. Al frente de los dos bandos están dos hombres: el presidente de facto del país y líder del Ejército, Abdelfatá al Burhan, y el líder de un grupo paramilitar llamado 'Fuerzas de Apoyo Rápido', Mohamed Hamdan Dagalo conocido como Hemedti. Los combates entre sus seguidores han provocado ya cerca de 200 muertes y casi 2.000 heridos en solo tres días.
El conflicto se centra en dos generales luchando por ver quién tiene más poder. Uno usa al Ejército y otro a un grupo paramilitar. Los dos gobiernan juntos, son número uno y dos de Sudán desde que dieron un golpe de Estado en 2021. El segundo en dos años. Siempre han tenido diferencias pero aún con ellas han coexistido en ese gobierno hasta ahora.
En diciembre militares y civiles firmaron un acuerdo para la transición a un gobierno civil, algo que claramente ninguno de los dos líderes quiere. Pero las negociaciones incluyen integrar a los paramilitares en el Ejército. Uno de los dos dejaría de mandar y no se ponen de acuerdo en quién va a ser.
La culpa de los enfrentamientos armados se desconoce quien la tiene. Los paramilitares fueron desplegados por distintas zonas de Sudán un par de días antes, el jueves, sin previo aviso al Ejército. El Ejército se lo tomó como una amenaza y los declaró como fuerza rebelde. El sábado empezaron las muertes y desde entonces ya hay más de 200.
Esta lucha por el poder tiene muchos intereses en juego. El dinero es el principal. Ambos controlan o tienen participaciones en cientos de empresas de oro, armas, construcción, banca, telecomunicaciones y manejan importaciones porque los dos son líderes del país. Pero en cuanto solo uno se quede al mando, la influencia del otro se perderá.
Pese a los mismos intereses económicos tienen distintos apoyos internacionales. Burhan tiene su mayor apoyo en Egipto e Israel. Mientras que Hemedti ha entablado relaciones con Arabia Saudí, Emiratos y Rusia. De hecho estaba en Moscú cuando se produjo la invasión de Ucrania. Y no solo tiene relación con Putin también con sus paramilitares el grupo Wagner, presente en Sudán.
La única buena noticia es que acaban de pactar un alto el fuego de 24 horas. El secretario de Estado de EEUU, Anthony Blinken, ha hablado con los dos generales. Y ha conseguido que firmen un alto el fuego de 24 horas que ha empezado esta tarde. Ambos países tienen relaciones diplomáticas pero un convoy de Estados Unidos ha sufrido un ataque. Eso les ha llevado a intervenir.
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