Las presiones independentistas catalanas han logrado eliminar la línea roja socialista: la exclusión de la amnistía para condenados por terrorismo. La nueva condición establece que incluso con sentencia firme, los delitos de terrorismo pueden ser amnistiados, siempre y cuando haya una violación manifiesta e intencional de los derechos humanos.

La clave está en el condicionante introducido: los acusados de terrorismo quedan excluidos "siempre y cuando, de forma manifiesta y con intención directa, hayan violado de forma grave los derechos humanos". El enfoque se centra en atentados contra el derecho a la vida, con énfasis en asesinatos y torturas, según la legislación europea.

Surgen preguntas cruciales: ¿Tsunami Democràtic y los CDR atentaron contra los derechos humanos? La Operación Ice, con la absolución del delito de terrorismo por la quema de bancos, ilustra la interpretación polémica del terrorismo. En otro caso, la Audiencia Nacional incluso vio terrorismo en incidentes en Pamplona, posteriormente desechados como desórdenes públicos.

La Fiscalía calificó de "ataque terrorista" la agresión en Alsasua, pero tribunales superiores rechazaron la interpretación. La atención se centra ahora en la muerte de un ciudadano francés en los disturbios de Tsunami Democràtic, buscando determinar si hubo intención directa. La enmienda desata una revolución en la definición de terrorismo, dejando poco a la interpretación.