El nuevo Gobierno argentino, liderado por Javier Milei, ha dado un giro radical en sus políticas económicas, desafiando su histórica retórica. Hace seis años, el mismo ministro de Economía, ahora bajo Milei, advertía sobre los peligros de medidas drásticas, destacando el impacto negativo en el consumo, inversión y el crecimiento. Sin embargo, ahora abraza una devaluación del 50%, generando incertidumbre y temor entre la población.

La devaluación anunciada implica que 10 dólares pasan a valer 8.000 pesos, lo que se traduce en una pérdida de poder adquisitivo para los ciudadanos, ya que los precios se calcularán con la nueva tasa mientras los salarios se mantienen en pesos devaluados. En un país con un 40% de pobreza, la medida golpea fuertemente a la población, que ya enfrenta aumentos significativos en productos básicos.

Otro golpe al bolsillo de los argentinos es la reducción de subsidios a la energía y el transporte. Esto resultará en un aumento directo en los precios del agua, electricidad, gasolina y transporte público, afectando aún más la economía familiar. Además, la decisión de no renovar contratos laborales estatales de menos de un año y la suspensión de licitaciones de obras públicas auguran un escenario de mayor desempleo y menos servicios para los ciudadanos.

En medio de las promesas de tiempos difíciles y la esperanza de mejoras a largo plazo, los sindicatos han iniciado protestas, calificando las medidas como un "asesinato social". La incertidumbre económica se suma a la preocupación de la población, que ya planea manifestarse contra las decisiones del gobierno el 20 de diciembre.

Quien liderará estas medidas será Luis Caputo, ministro de Economía de Milei... que también fue el de Mauricio Macri durante dos años. Entonces, allá por el año 2017, defendía las obras públicas y cargaba contra unas medidas de 'shock' que, ahora, aplicará.

"Si tomamos medidas de 'shock', irremediablemente afectarán al consumo, a la inversión y provocará un crecimiento negativo. Sería un desastre y durísimo para toda la gente", aseguraba. Con la llegada de la motosierra de Milei, la visión de Caputo ha dado un giro de 180 grados.