El 18 de mayo

Portugal, tres elecciones en tres años: de país modelo de estabilidad política a un laberinto electoral sin precedentes

Las causas
La dimisión de António Costa por un error judicial, los escándalos que rodean a Luis Montenegro y la retirada de André Ventura en plena campaña agravan la inestabilidad política en un país que pierde su tradicional equilibrio.

Portugal, tres elecciones en tres años: de país modelo de estabilidad política a un laberinto electoral sin precedentes

Portugal, que durante años fue uno de los países europeos con mayor estabilidad política, se enfrenta ahora a una crisis sin precedentes. Desde 2022, los portugueses han tenido que acudir a las urnas en tres ocasiones, un fenómeno que ha puesto en jaque la capacidad de formar gobiernos estables.

La crisis comenzó el 7 de noviembre de 2023, cuando la policía irrumpió en el despacho del entonces primer ministro socialista António Costa. La fiscalía investigaba una supuesta trama de influencias, tras una conversación telefónica en la que un amigo del primer ministro mencionaba su intención de "contactar con António Costa" para desbloquear una concesión.

El problema surgió porque la fiscalía confundió a António Costa con António Costa Silva, ministro de Economía, un error que llevó a la dimisión inmediata del primer ministro, a pesar de que no llegó a ser imputado y que un tribunal de apelación calificó las acusaciones de "vagas y genéricas".

Esta crisis política interrumpió el mandato de Costa, quien había logrado mayoría absoluta en las elecciones anticipadas de enero de 2022, convocadas tras no aprobarse los presupuestos. Su salida llevó a nuevas elecciones, en las que el candidato de la derecha, Luis Montenegro, ganó pero sin mayoría absoluta.

El mandato de Montenegro ha estado marcado por otro escándalo relacionado con una empresa que creó antes de ser primer ministro y que ahora está registrada a nombre de su esposa, generando un conflicto de intereses. Esto llevó a dos votaciones de confianza en el Parlamento, la segunda perdida, que provocó la convocatoria de unas nuevas elecciones generales: las terceras en tres años.

Mientras tanto, la ultraderecha portuguesa, representada por André Ventura y su partido Chega, ha sufrido un golpe inesperado con la retirada de Ventura de la campaña electoral. Ventura fue hospitalizado dos veces en 24 horas tras sufrir indisposiciones en plena campaña y anunció que abandonaba la carrera electoral por recomendación médica.

En medio de esta situación, António Costa ha comenzado una nueva etapa como presidente del Consejo Europeo, trasladando su influencia política a Bruselas mientras su país vive uno de sus periodos más convulsos.

Con estas terceras elecciones, Portugal se enfrenta al reto de superar la crisis y formar un gobierno estable. Luis Montenegro mantiene su promesa de no pactar con la ultraderecha, por lo que necesitará al menos dos socios para alcanzar una mayoría sólida.

La repetición electoral pone en entredicho la tradición de estabilidad política del país y abre un nuevo capítulo de incertidumbre en la política lusa.