André Ventura, un nombre que resuena con fuerza en el panorama político portugués, es el líder de Chega, el partido de ultraderecha que ha sacudido el espectro político del país. Este excomentarista de fútbol, despedido por sus polémicos discursos, se ha convertido en el estandarte de una ultraderecha portuguesa que propone expulsar a todos los migrantes irregulares y señala a la comunidad gitana como uno de los principales problemas de Portugal. Con un lema que recuerda al utilizado por el dictador Salazar, "Dios, patria, familia y trabajo", Ventura asegura actuar bajo una misión divina, enfocando gran parte de su retórica contra los gitanos, a quienes acusa de vivir de las ayudas estatales.

El alcance del discurso xenófobo de Ventura trasciende la comunidad gitana, posicionando la inmigración, especialmente la islámica, como una de las grandes amenazas para Europa. Según Ventura, el continente podría enfrentarse a situaciones similares a las de Israel si no se detiene la inmigración islámica. Esta postura le ha valido una investigación por parte de la Fiscalía portuguesa, acusándolo de difundir mensajes de odio y bulos en redes sociales. Incluso llegó a proponer en el parlamento que una diputada de Guinea fuera devuelta a su país de origen, en un debate sobre las antiguas colonias portuguesas.

Bajo la bandera de Chega, ahora la tercera fuerza política en Portugal, el partido evita discutir temas como las ayudas sociales, el cambio climático o la violencia machista. En su lugar, pone en primer plano la defensa de lo que considera la tradición portuguesa, europea y occidental, con un enfoque especial en la "familia natural", definida por la relación entre un hombre y una mujer. Esta visión tradicionalista es solo una parte de un programa que incluye la reducción de impuestos, la lucha contra la corrupción, y propuestas más radicales como la eliminación del ministerio de Educación, el desmantelamiento del sistema sanitario público, la cadena perpetua y la castración química para violadores.

La ascendencia de Chega en la política portuguesa ha despertado preocupaciones a nivel nacional e internacional. Con promesas que incluyen limitaciones severas a la inmigración y cambios drásticos en las políticas sociales y de justicia, el partido encabezado por Ventura plantea un futuro controvertido para Portugal. Además, Ventura ha dejado claro que, bajo su gobierno, figuras como Pedro Sánchez tendrían restricciones para entrar al país.