Un desastre anunciado
Pide cultura de prevención, pero recorta distancias con el mar: la doble cara del gobierno de Mazón ante las inundaciones
Mientras tanto El president valenciano plantea ideas como ascensores automáticos o bombas de agua en garajes, mientras su gobierno ignoró los avisos de la AEMET y permitió construir más cerca del mar en plena DANA.

Carlos Mazón quiere que los ciudadanos adopten una "cultura antiinundaciones", parecida —dice— a la que ya tenemos contra los incendios. "Nos encontramos extintores todos los días, botoncitos en los ascensores… pero no hay una cultura del día a día con respecto a las inundaciones", aseguraba el president de la Generalitat Valenciana. Y proponía instalar sensores de agua que hagan subir los ascensores automáticamente o bombas que se activen solas en los garajes.
La intención suena bien. Pero la realidad es otra: esa cultura que reclama ya existe. Y no depende solo de tecnología. Depende sobre todo de responsabilidad institucional, de seguir los protocolos ya establecidos, de escuchar a los expertos y de actuar a tiempo. Y eso, Mazón no lo hizo.
La AEMET avisó con antelación. La Generalitat, no
El 29 de octubre de 2023, una DANA provocó lluvias torrenciales en la Comunidad Valenciana. Las consecuencias fueron dramáticas: carreteras anegadas, viviendas inundadas, personas atrapadas… y varios fallecidos.
Pero nada de aquello pilló por sorpresa a los expertos. La AEMET había advertido de la situación con tiempo. Seis días antes alertó de la formación de una DANA. Cuatro días antes ya se hablaba de tormentas fuertes o muy fuertes. Y ese mismo 29 de octubre, a las 7:36 de la mañana, se activó un aviso rojo en el interior y norte de Valencia.
Sin embargo, el aviso oficial de la Generalitat Valenciana a través del sistema Es-Alert no llegó hasta 13 horas más tarde. Para entonces, los barrancos ya estaban desbordados. Ya había vecinos atrapados. Ya era tarde. La tecnología estaba. Los protocolos estaban. Los avisos también. Lo que falló fue la decisión política.
No se trata de sensores, sino de no construir donde no se debe
Es-Alert, los avisos meteorológicos, los planes municipales… Todo eso forma parte de esa "cultura de prevención" que Mazón dice que falta. Pero también lo es tener infraestructuras adecuadas, limpiar los cauces, vigilar las zonas más vulnerables y —muy importante— no construir en lugares peligrosos.
Y aquí viene otra contradicción: el mismo día que la DANA arrasaba parte de la Comunidad Valenciana, [[LINK:INTERNO|||Article|||673e27236c96160007c46a06|||el gobierno de Mazón —con el apoyo de Vox— ]]aprobó una enmienda que permite construir hoteles a tan solo 200 metros del mar. Antes, la ley establecía una franja de protección de 500 metros.
Es decir, el Ejecutivo no solo no evitó el desastre que ya se anunciaba, sino que además aprovechó para facilitar nuevas construcciones en zonas expuestas al riesgo climático. Justo lo contrario de lo que recomiendan todos los expertos en prevención.