Objetivo: nueva temporada

Pedro Sánchez arranca curso político en clave de pretemporada: cambia titulares, mantiene el banquillo

Los detalles El líder del PSOE arranca etapa con cambios en su equipo titular —perfiles como Rebeca Torró y Montse Mínguez—, apuesta por una táctica coral y discursiva, y lanza un mensaje desde Ferraz: el míster no se toca.

Pedro Sánchez arranca curso político en clave de pretemporada: cambia titulares, mantiene el banquillo

Julio arranca caliente en Ferraz, y no solo por el calor. Este sábado, Pedro Sánchez se juega algo más que una ovación: el control del vestuario. Hace un año el aplauso fue cerrado, sin fisuras, casi unánime. Actualmente, el ambiente no será el mismo. Las turbulencias internas, los relevos tras el terremoto Cerdán y el desgaste provocado por las derivadas del caso de corrupción en la trama del PSOE amenazan con enfriar la grada.

Sánchez acude a este nuevo Comité Federal con un objetivo claro: contener la crisis en el partido y evitar que salpique al gobierno. No quiere que la tormenta atraviese la barrera del vestuario. En clave futbolística, arranca la pretemporada del PSOE y el míster se ha propuesto recuperar la cohesión del equipo, hacer piña y reforzar su táctica: mantenerse al frente del banquillo, pese a los murmullos.

De momento, lo único que ha asumido públicamente es un cambio de cromos en la ejecutiva. La crisis se gestiona como un mal arranque de temporada: sin cambiar al entrenador, pero renovando el equipo titular. El relevo más simbólico: la secretaría de organización. Se va Santos Cerdán, pieza clave del aparato, y llega Rebeca Torró, de la cantera de Ximo Puig y Diana Morant. Torró es una jugadora curtida, con experiencia en choques de alto voltaje: ya defendió al partido en Valencia ante otro supuesto caso de corrupción. Ahora, le tocará limpiar de sombras el banquillo socialista.

También hay nuevo brazalete de capitana. Se marcha Esther Peña y entra Montse Mínguez, una voz con autoridad en el vestuario y con mucha calle: fogueada en política municipal antes de dar el santo a Madrid. La nueva ejecutiva tiene un perfil más mixto, más coral. Menos aparato, más discurso.

Pero el míster sigue. Porque la defensa del PSOE es clara: el escándalo no afecta al club, solo a tres exjugadores ya fuera de plantilla. Con eso, Sánchez mantiene el puesto. Aun así, el Comité de este sábado no será plácido. Algunos jugadores levantarán la voz, exigirán explicaciones y más ambición en la estrategia. Aunque no cuestionen abiertamente al entrenador, pedirán ajuste táctico. Aun con ruido, se espera un cierre de filas en torno a su liderazgo. No hay, de momento, un plan B.

Partido a partido

Y es que la temporada no da tregua. Hay dos citas clave en el calendario inmediato: la comparecencia de Sánchez este miércoles en el Congreso y el propio Comité este sábado. Dos partidos difíciles, donde el PSOE se juega mucho más que una victoria narrativa: necesita, al menos, no salir derrotado. Si el míster cae, cae la legislatura.

Los socialistas lo saben. Tocados en lo anímico, sin margen para errores tácticos, intentan no perder el liderato. El objetivo: pasar de la defensa a recuperar el ataque. Dejar de jugar a resistir para volver a marcar goles. Pero eso será partido a partido, como diría Simeone. Ahora, toca Ferraz. Veremos si vuelve la ovación... o si el estadio empieza a silbar.