Hasta el 'reseteo'

Pedro Sánchez activa el 'modo verano': resistir hasta septiembre, objetivo número uno

¿Por qué es importante? Con los socios lanzando advertencias y el escándalo de corrupción aún coleando, Sánchez se aferra a la agenda internacional y el calor del verano, confiando en que septiembre llegue antes de una ruptura definitiva.

Pedro Sánchez activa el 'modo verano': resistir hasta septiembre, objetivo número uno

Pedro Sánchez quiere llegar vivo a septiembre. Y lo sabe. La estrategia ya está en marcha: tapar la crisis con agenda, mover temas nuevos cada día, dejar que hablen los demás (y si es para criticar, mejor que lo hagan con educación), y sobre todo, dejar pasar el tiempo. Porque el presidente tiene claro que, en política, el mejor aliado no siempre es un acuerdo: a veces es el calendario.

Con sus dos últimos secretarios de Organización salpicados por casos de corrupción —ambos ya fuera—, Sánchez se enfrenta al escenario que más daño hace: el eco de su propia hemeroteca. La lucha contra la corrupción fue su bandera. Ahora, le está ahogando. Y mientras, sus socios... lo miran.

Yolanda Díaz ha sido clara: "Estamos muy enfadados, esto necesita un punto y aparte". Pero que nadie se confunda: Sumar no va a romper el Gobierno. Solo quiere cambiarlo por dentro. Piden un "giro social" y medidas anticorrupción, pero siguen dentro. De momento. Como quien lanza un ultimátum, pero avisa de que no va a cumplirlo aún.

Gabriel Rufián se ha tirado al costumbrismo: "Esto parece un gazpacho". Y no uno fresco y sabroso precisamente. ERC no quiere elecciones —al menos, no ya— y lo dice a su manera: con chascarrillos, ironía y dejando claro que todo esto, al final, depende de Junts.

Y en Waterloo siguen en lo suyo. Han pedido una "reunión urgente" con Sánchez y no descartan nada. Junts se hace de rogar, se deja querer, y recuerda que en este momento pueden decidir si el Gobierno sigue o no. No tienen prisa, pero sí poder. Y lo van a usar.

El plan de Sánchez: que pase el verano

Y mientras todos miran, critican y reclaman... Pedro Sánchez juega a otra cosa. Su hoja de ruta es clara: sobrevivir al verano. Tiene actos institucionales (OTAN, Consejo Europeo, Conferencias...), agenda institucional cargada y una ventaja: en julio, el país se desconecta.

Sin Parlamento, sin sesiones de control, sin titulares demoledores todos los días. La política entra en 'modo playa', y ahí Sánchez quiere respirar.

  • 5 de julio: Comité Federal del PSOE. Estar con los suyos, cerrar filas.
  • 9 de julio: comparecencia en el Congreso. Mitad del país ya estará fuera.
  • Verano: perfil bajo. Nada de agitar más el agua. Todo lo que no explote ahora, puede olvidarse en septiembre.

Y cuando vuelva septiembre... vendrán nuevos temas. Quizás los juicios del PP. Quizás un nuevo foco informativo. Quizás, simplemente, la memoria corta de la política.

¿Funcionará? Depende. Si los socios no rompen (y no parece que vayan a hacerlo), y si la tormenta mediática no se alarga, Sánchez puede ganar tiempo. No votos, no simpatías, pero sí oxígeno. Su objetivo no es convencer: es resistir. Como siempre. Y en eso, hay que reconocerlo: Pedro Sánchez juega en casa.