El presidente del Partido Popular, Pablo Casado, ha usado hoy una expresión que va a quedar para la eternidad en el diario de sesiones del Congreso de los Diputados: "Coño", una interjección malsonante utilizada para expresar extrañeza o enfado. Y en el caso de hoy ha sido una especie de cita con unas declaraciones de Pedro Sánchez de hace seis años cuestionando al entonces presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.
Pero esta no es la primera vez que escuchamos "coño" en la sede de la soberanía popular. La más recordada fue hace hace 40 años, el 23F, en boca del teniente coronel Tejero cuando gritó "Se sienten, ¡coño!".
De mejor recuerdo es la intervención de José Antonio Labordeta en el Congreso en 2003. El diputado aragonés recurrió al "coño" para pedir silencio y respeto.
Lo cierto es que hasta hace diez años las palabras malsonantes se eliminaban del diario de sesiones así que es posible que hasta 2011 haya habido algún "coño" que no esté registrado, pero los de esta última década los tenemos absolutamente controlados.
El primero, el pronunciado por Jesús Posada, un presidente del Congreso con carácter que pedía respeto a los parlamentarios mientras un diputado estaba en su turno de palabra. "Esperen que termine, coño, y luego hagan exclamaciones", espetaba desde la mesa del Congreso.
Otro "coño" en la sede de la soberanía popular fue en 2014 un canto al feminismo de una diputada de Amaiur, Onintza Enbeita, en pleno debate sobre la Ley del Aborto. Con estas rotundas palabras zanjó su intervención: "En mi coño y en mi moño mando yo".
Sólo un día después, escuchamos el último "coño" que hasta ahora se había pronunciado en la tribuna, o al menos el último del que tenemos certeza. Otra vez Jesús Posada siendo presidente del Congreso. "¡Tiralo, coño!", se le escuchó decir por lo bajo a la vicepresidenta del Gobierno para que rechazase un documento que le entregaban los diputados de Amaiur tras exhibir carteles a favor del acercamiento de los presos etarras. Luego lo reconoció que había pensado en alto.
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