El acuerdo alcanzado entre el Gobierno y los sindicatos ha sido duramente criticado por los representantes del sector empresarial. Según un comunicado conjunto de las principales organizaciones empresariales, estas medidas amenazan el crecimiento económico y la creación de empleo en España.
Los empresarios argumentan que las disposiciones del acuerdo programático perjudicarán a las empresas y, por ende, al desarrollo económico del país. Esta discrepancia entre los sectores laboral y empresarial ha generado una fuerte polémica en torno a la reforma de la jornada laboral.
Sin embargo, cabe destacar que esta no es la primera vez que se produce una reducción de la jornada laboral en España. En 1983, el entonces presidente Felipe González lideró una reducción de la jornada laboral de 48 a 40 horas semanales. En ese momento, la CEOE y otros representantes empresariales también se opusieron firmemente a la medida, denunciando los convenios colectivos y argumentando que la reducción no contribuiría a la disminución del desempleo.
José María Cuevas, secretario general de la CEOE en esa época, expresó su oposición a la ley de 40 horas semanales, afirmando que iba en contra de los acuerdos de los convenios colectivos. Asimismo, Carlos Ferrer, presidente de los empresarios, afirmó que la reducción de la jornada laboral no tendría un impacto positivo en la lucha contra el desempleo. Además, Rafael Termes, presidente de la patronal bancaria, aseveró que "si hay que hacer sacrificios, hay que hacerlos enteros; no vale trabajar menos ganando lo mismo".
Esta histórica controversia en torno a la jornada laboral pone de manifiesto la constante tensión entre los intereses de los trabajadores y los empresarios en España a lo largo de los años. Además, cabe recordar que el país fue pionero en Europa en regularizar las jornadas laborales de ocho horas en 1919, un acontecimiento que marcó un antes y un después en la lucha por los derechos laborales, como nos han confirmado José Antonio Pérez, especialista laboral, y Olga Paz Torres, experta en política laboral.
Según un estudio
Más del 70% de los eurodiputados tienen un trabajo paralelo remunerado, acumulando más de 6 millones de euros extra
Según el código de conducta El Parlamento Europeo prohíbe que los eurodiputados hagan lobby remunerado relacionado con las decisiones de la UE, pero un estudio muestra que muchos trabajan para empresas cuyos intereses pueden influir en políticas clave.