De media los trabajadores en España han perdido un 5,3% de poder adquisitivo. Es lo que dice un informe de la OCDE. La explicación de que esto ocurra es sencilla: si los sueldos crecen mucho menos que los gastos, el valor del salario, mengua. Consecuencia: los sueldos reales han caído un 5,3%. Somos el octavo país de los 38 miembros de la OCDE donde más se han desplomado.

La lista la encabeza Estonia, con una de las inflaciones más altas de la Eurozona, y Turquía donde el encarecimiento de la vida está disparado. Registraron un 70% de inflación en 2022. Para la OCDE hay dos formas de cómo la fiscalidad de los países reacciona a la inflación. 17 países de la organización tienen adaptaciones automáticas. Es decir, su sistema reduce automáticamente la carga fiscal para que la inflación no merme el poder adquisitivo de las familias. Los otros 21, entre ellos España, no cuentan con estos ajustes.

Los salarios reales caen, pero el Gobierno insiste con un 'Pacto de rentas' que parece imposible mientras presume de su 'escudo social' para los que peor lo están pasando.