En el juicio del caso Erial que se lleva a cabo en la Audiencia de Valencia, Joaquín Miguel Barceló, amigo de la infancia del expresidente de la Generalitat Valenciana y exministro del PP, Eduardo Zaplana, ha admitido, ante el tribunal, ser el testaferro del político: "Me pidió que me encargase de su dinero porque él estaba en política y lo hice . Me lo pidió como favor y al principio lo vi lícito. Si eso se llama testaferro, pues testaferro, ¿qué quiere que le diga?".

La declaración de Barceló ha sacudido la sala de juicio y ha generado reacciones entre los presentes. Un estudiante de Derecho, al escuchar las palabras de Barceló, ha mostrado su consternación con un gesto que evidencia la gravedad de la situación, moviendo la mano de arriba a abajo como diciendo "madre mía, aquí hay lío". Además, la reacción de Francisco Grau -coge aire con fuerza y cierra los ojos-, presuntamente involucrado en el "tinglao" financiero de Zaplana, ha sido de evidente incomodidad al escuchar los detalles sobre el manejo del dinero del expresidente.

La confesión de Barceló, quien ha sido descrito como uno de los amigos más cercanos de Zaplana durante décadas, complica la defensa del expolítico. 'Pachano', así lo conocían en Benidorm, era ese amigo del expresidente de la Generalitat Valenciana que compartió con él amistades, fiestas, batallitas y varios negocios turbios, ahora en el juicio del caso Erial no son tan amigos y no ha querido darle la mano a su 'amigo'.

Barceló ha revelado que firmó todo lo que le pedía Zaplana "sin rechistar", sin saber lo que eran esos papeles, incluso le encargó trasladar grandes sumas de dinero, incluyendo un viaje a Andorra con cinco millones de euros, así como transacciones financieras en Luexemburgo.

Según Barceló, Zaplana utilizó su relación de confianza para acumular una fortuna -de más de 10 millones de euros- obtenida a través de comisiones durante su mandato en la Generalitat. El expolítico utilizó a su en aquel momento amigo para comprar viviendas de lujo en el barrio de Salamanca de Madrid y varias propiedades en la Costa Blanca. Barceló ha confesado que se sentía "impune" ante Zaplana.

Las palabras de Barceló plantea interrogantes sobre el futuro de Zaplana, cuyo destino parece cada vez más incierto. Este jueves, se espera que el asesor financiero de Zaplana, Francisco Grau, declare ante el tribunal, lo que podría arrojar más luz sobre los entramados financieros del expolítico y sus posibles consecuencias legales.