Al grito de "¡Policía!" y disparando su pistola: así es como el escolta de la presidenta de Eulen consiguió ahuyentar a los hombres encapuchados que les asaltaron en mitad de la calle. El escolta pidió a María José Álvarez que se tirara al suelo durante el tiroteo. No sabe cuántas veces disparó ni en qué dirección. Eso es, al menos, lo que ha declarado el escolta a la Policía.

Todo apunta a que sólo querían robar el coche, valorado en más de 200.000 euros, pero el incidente ha vuelto a poner el foco sobre la familia Álvarez, los dueños de Eulen.

La familia lleva años atrapada en una guerra interna sin cuartel. Es una batalla entre dos clanes de la misma familia por un imperio empresarial de miles de millones de euros. Su árbol genealógico lo encabeza el patriarca David Álvarez, ya fallecido. Tuvo siete hijos. Jesús David y María José son los que nunca tuvieron problemas con él. En el otro bando, los díscolos: Marta, Elvira, Juan Carlos, Emilio y Pablo.

El padre fundó hace 60 años la empresa que se convirtió en el germen del grupo empresarial Eulen de limpieza, mantenimiento y seguridad. En los años 80 compró las bodegas Vega Sicilia y fundó también El Enebro, una sociedad que gestiona el tremendo patrimonio familiar que tenían los Álvarez y que es empresa propietaria de las bodegas Vega Sicilia.

La fecha clave de esta historia es 2009, cuando el patriarca se jubila. Decidió repartir a partes iguales entre sus hijos las acciones de sus empresas, pero un año después cinco de sus hijos se rebelaron contra su padre y le apartaron del Consejo de Administración de Eulen. Solo Maria José y Jesús David permanecieron leales al padre. Un movimiento de los díscolos que los tribunales declararon nulo en 2018.

Estos cinco hijos, juntando todas sus acciones, controlaban El Enebro; los otros dos se quedaban con Eulen. Sin embargo, unieron todas sus acciones de Eulen y se las vendieron a El Enebro. Una jugada para intentar aumentar su poder y que posteriormente la justicia les tumbó.

El patriarca falleció en 2015. Y en su testamento primó a Jesús David y María José. Traicionado, les dejó todo lo que le permitía la ley y denominó a María José su sucesora. Ahora, María José es la accionista mayoritaria y presidenta del Grupo Eulen desde 2016.

Los otros cinco hermanos siguen controlando El Enebro y Vega Sicilia. Marta es la presidenta de las bodegas y sus cuatro hermanos son consejeros delegados. María José también tiene una parte, el 16%.