Gracias a los votos de Vox y con la ausencia de Feijoó, Alfonso Fernández Mañueco revalida el cargo de presidente de Castilla y León. Pero en esta ocasión, a diferencia de la anterior, no lo hará solo: ahora comparte gobierno con el partido de extrema derecha.

Es algo inédito, no sólo en Castilla y León sino en toda España. Vox se estrena en el poder, se embarra y por primera vez en su existencia va a gestionar políticas que pueden cambiar la vida de la gente.

Los cargos elegidos en su acuerdo con el PP son tres, más allá de que Juan García-Gallardo es el nuevo vicepresidente, pero sin ningún tipo de responsabilidad.

Los consejeros de Vox

La Consejería de Agricultura la encabeza Gerardo Dueñas, un asunto nada baladí en una comunidad autónoma en la que el 10% del PIB lo da el sector primario.

La cartera de Empleo e Industria, que tendrá que lidiar con las reuniones con sindicatos -las asociaciones de trabajadores que tanto repudia Vox al considerarlas "ultrasubvencionadas"-, es para Mariano Veganzones.

Finalmente, la terna la completa la Consejería de Cultura, que recae en un amante de los toros como Gonzalo Santonja. Él es el encargado ahora de decidir a dónde van las partidas presupuestarias.

La equivalencia con el Gobierno de España

Hay un ejercicio para comprender el peso real que gestiona Vox desde ahora en Castilla y León: la equivalencia con el Gobierno de España.

Así, Juan García-Gallardo ocupa el rol de Nadia Calviño -o quizás sería más acertado compararle con el exvicepresidente Pablo Iglesias-; Dueñas es Luis Planas, ministro de Agricultura; Veganzones encarna a Reyes Maroto (Industria) y Yolanda Díaz (Trabajo), y finalmente, Santonja se equipararía con Miquel Iceta.