Isabel Díaz Ayuso afronta una huelga de la sanidad madrileña entre acusaciones de "activismo político" y "boicot". Para la presidenta de la Comunidad de Madrid, el problema es que faltan médicos, aportando como solución bajar la nota de corte en las carreras de Medicina para que así entren más estudiantes.

Pero lo cierto es que los datos quitan la razón a Ayuso. Sí que hay médicos, lo que ocurre es que esos médicos se van de la comunidad debido a las malas condiciones que existen en comparación con otras regiones. Como dato, decir que de los 219 médicos de familia que terminaron en mayo su residencia en Madrid, solo 20 se quedaron en la Comunidad.

En Madrid, los alquileres son más altos, los desplazamientos son más largos y los salarios no compensan o facilitan la conciliación. Precisamente para ese último punto, el de conciliar, los sanitarios piden trabajar 35 horas semanales (actualmente se trabajan 37,5 horas) y tener turnos 'acabalgados' (no tener siempre el mismo horario), evitando estar anclados en un horario como puede ser el de tarde. Además, piden mejoras ecónomicas y que se incrementen el número de plazas estructurales para los médicos.

¿Puede el Gobierno de Ayuso satisfacer estas demandas? Lo cierto es que puede solicitar al Ministerio de Educación y Formación Profesional más plazas. El Gobierno regional que lo solicite tiene que tener presupuesto para formar a los médicos durante los cinco o seis años que dure la residencia.

El último 'parche' pasa por atender urgencias por videollamada, algo que los sanitarios consideran una locura. Las urgencias requieren atención presencial al ser necesaria la exploración física del paciente. La única solución que hay es que en todos los puntos de atención continuada haya un médico, y para eso el Gobierno regional debe crear plazas para esos centros.