Carlos Gil Hernández ha elaborado una tesis que demuestra, en suma, que la meritocracia no existe y que no es cierto que en una sociedad se suba y se baje en el escalafón social solo en función del esfuerzo y el talento. Un trabajo que ha sido premiado por el Consorcio Europeo de Investigaciones sociológicas.

Básicamente, plantea que los hijos de familias de clase alta casi nunca descienden en el 'ascensor social', ni siquiera cuando no pueden presumir de talento ni esfuerzo. La razón principal es que tienen padres con recursos para mantenerles en el sistema educativo hasta que logran un título.

En este sentido, Gil cuenta que les cambian de centro, les llevan a colegios privados menos exigentes o les matriculan en universidades privadas que no exigen nota de corte. El sociólogo ha comprobado incluso que los profesores tienden a poner notas más altas a los estudiantes de clase alta que al resto.

Que la meritocracia no funciona bien era un pensamiento compartido por muchos. Ahora, esa sensación tiene sustento con esta tesis doctoral premiada. La conclusión es que los de arriba casi nunca bajan... y no hay sitio para más.