Las acciones de Tsunami Democràtic se enmarcan, según el juez García Castellón, en las actuaciones propias de una organización estructurada y encaminadas a "desestabilizar al Estado y alterar el orden público". Pero ¿cuáles son esas acciones que, según el magistrado, podrían ser consideradas como delitos de terrorismo? La primera tuvo lugar en el aeropuerto del Prat, el 14 de octubre de 2019.
Unas 8.000 personas bloquearon una de las infraestucturas críticas, ocasionando pérdidas de casi dos millones de euros y comprometiendo el tráfico aéreo con la cancelación de 115 vuelos e impidiendo el acceso a los controladores. También el bloqueo del paso fronterizo de La Jonquera, en Girona, supuso cortar una de las carreteras más importantes del país, un enlace clave con Francia -la AP-7-, y actuar "contra los intereses económicos" del Estado.
Miembros de Tsunami Democràtic respaldaron asimismo la huelga general del 18 de octubre en Cataluña contra la sentencia del procés. Una jornada que se saldó con cuantiosos daños materiales y más de 80 agentes heridos. Uno de ellos acabó en la UCI, inhabilitado para seguir en el cuerpo. Y no puede descartarse, según el juez, que hubiera "ánimo de lesionar u homicida".
La plataforma llamó igualmente a participar en una manifestación en Barcelona, el 26 de octubre, que acabó con altercados, disturbios y múltiples daños frente a una de las sedes de la Policía Nacional. Y en ese afán por afectar a los intereses económicos y reputacionales del Estado, el juez ha enmarcado los desórdenes públicos que se produjeron en los alrededores del Camp Nou durante el clásico del 18 de diciembre y que se resolvieron con nueve detenciones, 46 heridos y 85.000 euros en daños materiales.
Finalmente, si pretendieron, como sostiene García Castellón, interferir en las elecciones del 10N, se demostraría sus intenciones de desestabilizar las instituciones políticas; también, con los presuntos planes de Tsunami para actuar en una de las visitas de los reyes a Cataluña. Esto es, cualquiera acción ilícita en torno al monarca encajaría de nuevo en la finalidad terrorista.
El TS aún podría imputarlo
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