Alberto Núñez Feijóo insiste en su apuesta por la energía nuclear. El líder de la oposición sostiene que "es un grave error poner fecha de caducidad, fecha de defunción, a las centrales nucleares en España". Pero no es solo el PP: todas las derechas llevan meses pidiendo al Gobierno que se replantee el cierre de centrales nucleares. Argumentan que alargar su vida podría solventar la crisis energética que estamos atravesando.

Pero, ¿cuál es la situación de las plantas nucleares actualmente en España? Ahora mismo en España hay siete centrales en funcionamiento y el objetivo del Gobierno es cerrarlas todas para 2035.

Aunque el año pasado la energía nuclear supuso el 21% de toda la generada en nuestro país, lo cierto es que poco a poco ha ido descendiendo su importancia. De hecho, en 2021 España produjo por primera vez más energía eólica que nuclear y esa es la apuesta del Ejecutivo: seguir aumentando la producción energética en renovables y que en unos años gastemos cero megavatios de energía nuclear.

Aun así, no planea ningún cierre inminente y no va a desmantelar de hoy para mañana las centrales. Aún quedan cinco años para el próximo cierre y es que el plan que el Gobierno y las empresas han acordado pasa por cerrar en 2027 la central nuclear de Almaraz e ir cerrando progresivamente en los años siguientes las seis plantas restantes, hasta mayo de 2035, fecha en la que se cerraría la última central, la de Trillo.

Ese es su calendario y Teresa Ribera no piensa cambiarlo ni un ápice. Además, ninguno de los propietarios se ha pronunciado por el momento a favor de modificar el calendario. Dicen los expertos que alargar la vida de estas centrales no saldría rentable a las empresas.

Sin embargo, cada vez son más las voces en Europa que se pronuncian a favor de aprovechar las centrales ante la emergencia energética. Además, la Comisión Europea colgó la etiqueta verde a la energía nuclear en julio de este año, dando vía libre a países como Francia, que ya ha anunciado la construcción de 14 nuevos reactores; mientras que Países Bajos construirá dos más; y Bélgica, también asustada por el contexto geopolítico, ha alargado la vida de sus dos reactores, cuyo cierre tenía previsto para 2025.

Incluso Alemania, abanderada de lo verde en Europa, va a prorrogar la vida de las tres centrales que quedan en el país. En su caso, sin embargo, tenía en sus planes acabar con la nuclear este mismo año, pero en este momento de escasez los alemanes no se pueden permitir prescindir de ningún tipo de energía. Así, mientras Europa mira a la nuclear, en España empieza su cuenta atrás.