La escasez de aviones es, desde el inicio de la invasión, un problema para las tropas de Zelenski. Los pilotos ucranianos conducen MIG-29, cazas de fabricación soviética que ahora escasean en Ucrania.

Polonia había ofrecido 28 de estos aviones a Ucrania con el objetivo de que equilibrar la batalla con Rusia, pero Estados Unidos ha parado la operación porque considera que puede propiciar una guerra global.

Tan solo un día después del anuncio, el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, rectificaba: "Polonia y la OTAN no están en guerra con Rusia. No proporcionaremos aviones de combate a Ucrania y tampoco pondremos a su disposición nuestros aeropuertos. Ya ofrecemos una ayuda significativa en muchas otras áreas".

Pero, ¿qué ejércitos europeos, al margen de Rusia, disponen de estos codiciados aviones? Además de Polonia, Moldavia, Eslovaquia y Bulgaria podrían proporcionar estas aeronaves a Ucrania. Sin embargo, Eslovaquia y Bulgaria ya lo han descartado. La principal esperanza de Ucrania en Europa se sitúa así en Moldavia.

Este tipo de aviones están diseñados para combates aéreos con otros vehículos. Pueden alcanzar más de 2.400 kilómetros por hora, ascienden hasta los 18.000 metros de altitud y son capaces de aterrizar con seguridad en una vía no preparada, como una autopista.