Ha comenzado la "cacería"

De una agresión a la persecución: cómo la violencia y los bulos han convertido a Torre-Pacheco en un polvorín social

El contexto Contenedores quemados, peleas en la calle y enfrentamientos violentos entre migrantes y grupos ultras han sacudido el municipio murciano durante varios días, dejando una atmósfera de tensión constante. Más de 120 personas han sido identificadas, la mayoría con antecedentes por violencia.

Bates, fuego y odio: Torre-Pacheco vive su peor ola de violencia entre disturbios, ataques y miedo vecinal

Torre-Pacheco está viviendo una auténtica pesadilla. En los últimos días, el municipio murciano se ha convertido en escenario de persecuciones, peleas callejeras, contenedores ardiendo, negocios destrozados y un ambiente de tensión constante entre vecinos, migrantes y grupos de ultraderecha llegados desde fuera. Lo que comenzó con una agresión a un vecino ha derivado en una espiral de violencia alimentada por el odio, los bulosy la desinformación que circula sin freno en redes sociales.

Desde entonces, se han visto escenas que recuerdan a una ciudad en guerra: encapuchados con bates, cadenas y botellas recorriendo las calles, coches calcinados, disturbios en distintas zonas del municipio y un miedo creciente entre los vecinos. La violencia ha ido a más con la llegada de agitadores de extrema derecha que no solo han promovido concentraciones, sino que han llamado abiertamente a la "cacería" contra personas migrantes a través de mensajes virales difundidos por Telegram y otras redes.

Uno de los grupos que ha convocado a acudir a Torre-Pacheco se dedica, de hecho, a subir vídeos falsos generados por inteligencia artificial en los que se simulan agresiones a migrantes. Imágenes fabricadas con el único objetivo de sembrar odio y justificar la violencia. Su líder ha sido detenido en Mataró (Barcelona), donde reside, pero eso no ha evitado que otros miembros se desplacen hasta Torre-Pacheco. Algunos ya eran conocidos por su presencia en actos ultras, como el que se celebró en mayo en Cerdanyola del Vallés, en Barcelona, con tres concejales de Vox y miembros de este mismo grupo haciendo saludos fascistas y gritando 'Deportación' y 'Reinmigración'.

A estos grupos se han sumado también miembros de 'Desokupa', conocidos por sus acciones contra la ocupación de viviendas, pero también por su retórica agresiva contra la migración. La mezcla es explosiva.

La respuesta policial ha sido masiva: más de un centenar de agentes desplegados en el municipio para evitar que la situación se descontrole aún más. Ya se han identificado a más de 150 personas, la gran mayoría (un 80%) llegadas desde fuera del municipio, y muchas de ellas con antecedentes por violencia.

Mientras tanto, los vecinos intentan volver a la normalidad en medio del miedo, el caos y una tensión que no parece tener fin. Las redes sociales siguen siendo el principal altavoz de los grupos ultras, que no solo difunden bulos, sino que señalan a migrantes, difunden vídeos manipulados y lanzan mensajes incendiarios que prenden con facilidad en un clima ya muy cargado.

La situación en Torre-Pacheco no es solo un problema de orden público. Es el reflejo de lo que ocurre cuando se combina la desinformación, el odio y la impunidad en internet con la falta de respuesta contundente frente a los discursos radicales. Y lo que se ha vivido estos días podría repetirse en cualquier otro punto del país si no se corta de raíz.