Nazis al servicio de Franco
Ayuda nazi, más allá de Gernika: cómo los bombardeos de la Legión Cóndor arrasaron Euskadi antes y después de la masacre
Las cifras Antes de Gernika, la Legión Cóndor ya había sembrado terror en Euskadi: más de 300 muertos en Durango, unas 130 víctimas en Eibar y Bilbao, y otros municipios como Amorebieta, Mungia, Elorrio y Otxandio también fueron atacados.

El rey Felipe VI ha visitado por primera vez Gernika, acompañado del presidente alemán, en un acto en memoria de las víctimas del bombardeo nazi de abril de 1937, que apoyó al régimen de Franco. Durante la ceremonia, guardaron un minuto de silencio, hablaron con dos supervivientes y el presidente alemán pidió perdón por aquel ataque. Sin embargo, hay voces que critican que Felipe VI no hiciera lo mismo.
Fuera del acto, varios grupos abertzales protestaban, en un ambiente muy diferente al que vivió su padre en 1981, en plena etapa de los años del plomo. Entonces, Juan Carlos I realizó su primera visita oficial al País Vasco. Nada más empezar su discurso en la Casa de Juntas, varios diputados de Herri Batasuna le boicotearon y tuvieron que ser desalojados. Faltaban apenas tres semanas para el intento de golpe de Estado del 23-F.
Más allá de Gernika: la Legión Cóndor arrasó Euskadi
Lo que pasó en Gernika no fue un hecho aislado. Los nazis probaron su artillería en el País Vasco mucho antes de la Segunda Guerra Mundial, y lo hicieron de manera brutal.
- Durango, un mes antes de Gernika, sufrió un bombardeo que dejó más de 300 muertos, muchos de ellos civiles.
- Eibar, dos días antes del ataque que inmortalizó Picasso, también fue bombardeada.
- Bilbao soportó ataques repetidos que mataron a unas 130 personas.
- Otras localidades, como Amorebieta, Mungia, Elorrio y Otxandio, también sufrieron bombardeos nazis poco después del golpe franquista.
En Vitoria, dos meses después de que Franco tomara el poder, los nazis instalaron su centro de operaciones en el Hotel Frontón, presidido por la esvástica y un anuncio de Anís del Mono, y una base aérea desde la que despegaban para atacar ciudades vascas. Incluso hubo desfiles nazis con participación de nacionales con el brazo en alto, y fotografías muestran a niños saludando sin ser conscientes de lo que significaba.
La Legión Cóndor ayudó tanto a Franco que, al acabar la Guerra Civil, fue condecorada. En Euskadi, algunos municipios levantaron monumentos en homenaje a los aviadores alemanes que murieron durante los bombardeos. Incluso en Madrid, en Barajas, se homenajeó a estos militares en mayo de 1939, mientras Franco comenzaba a reescribir la historia a su favor.
Estos episodios muestran que la violencia nazi en Euskadi no se limitó a Gernika, sino que afectó a muchas ciudades y dejó cientos de víctimas civiles. La visita de Felipe VI y el presidente alemán recuerda aquella historia, mientras la memoria histórica sigue siendo un tema controvertido y doloroso para la sociedad vasca.
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