Prisión provisional limitada

España tiene casi un 20% de los presos en prisión provisional, mucho menos que Francia, Alemania o Suiza

Los datos De los 62.375 presos en España, 11.061 están en prisión provisional, la mayoría hombres acusados de drogas, robos o delitos contra el patrimonio. La medida, que puede durar hasta cuatro años, se aplica solo en casos de fuga, destrucción de pruebas o reincidencia.

España tiene casi un 20% de los presos en prisión provisional, mucho menos que Francia, Alemania o Suiza

Ábalos y Koldo forman parte de los más de 11.000 presos en prisión provisional que hay en España. Eso significa que casi uno de cada cinco internos (el 17,73 % de los 62.375 reclusos) está en la cárcel sin haber sido juzgado todavía, simplemente a la espera de juicio.

Aunque 11.061 pueda parecer una cifra muy alta, en realidad España está por debajo de la media europea. En los 46 países que forman el Consejo de Europa, casi uno de cada tres presos está en prisión preventiva (29,4 %), y en países como Francia, Alemania o Italia el porcentaje ronda el 26 %. Incluso hay casos extremos: Países Bajos tiene un 45,7 %, Suiza un 46,1 %, mientras que San Marino tiene todos sus 15 presos en preventiva… y Bulgaria apenas un 5 %.

¿Por qué España tiene menos presos preventivos que otros países?

En España, la prisión provisional solo se aplica en casos muy concretos: riesgo de fuga, riesgo de destrucción de pruebas o posibilidad de reincidencia. Y además, la justicia es rápida y ágil: existen los juicios rápidos para delitos cuya pena no supere cinco años, lo que permite liberar a los presos preventivos en poco tiempo.

El número de preventivos ha subido ligeramente respecto a 2020, 1,63 puntos porcentuales, y la mayoría son hombres acusados de delitos relacionados con drogas, robos y otros delitos "contra la salud pública, el patrimonio y el orden socioeconómico": el 44,85% de los 7.085 presos preventivos masculinos lo son por estas causas.

¿Se abusa de la prisión preventiva en España?

A pesar de ser una medida excepcional, privar de libertad a alguien que aún no ha sido juzgado siempre tiene un impacto enorme. Se pueden aplicar alternativas, como comparecencias judiciales periódicas, retirada de pasaporte o fianzas, pero para evitar la destrucción de pruebas o la reincidencia son menos efectivas.

El caso de Sandro Rosell, expresidente del Barça, lo ejemplifica bien: estuvo 285 días en prisión preventiva por una causa que finalmente se archivó. La Justicia le indemnizó con 232.500 euros, unos 339 euros por día, muy por encima de la media, que según el Consejo General de la Abogacía ronda 25 euros diarios.

España tiene menos presos preventivos que la media europea, gracias a su justicia garantista y rápida, pero la prisión provisional sigue siendo una medida extrema que puede arruinar vidas. El debate sigue: cómo proteger a la sociedad sin castigar injustamente a inocentes.

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