Prisiones al límite
¿Alquilará España celdas a Francia? La propuesta ya se estudia en silencio
Los detalles Con 11.000 plazas vacías y sin impedimentos legales, España podría acoger presos franceses ante la saturación carcelaria en Francia. El modelo ya se ha usado en Europa, pero abre un debate ético y jurídico inédito.

La cárcel de Bordeaux-Gradignan, en Francia, es el símbolo de una crisis penitenciaria cada vez más alarmante. Diseñada para 457 internos, actualmente alberga a más de 700. Y no es un caso aislado: las prisiones francesas suman cerca de 77.000 reclusos para apenas 61.000 plazas disponibles. La situación ha llevado al presidente Emmanuel Macron a plantear una solución inesperada: alquilar celdas en el extranjero. Uno de los países que baraja Macron es España.
La propuesta suena insólita, pero no sería la primera vez que ocurre en Europa. Noruega y Bélgica ya recurrieron a los Países Bajos, país que durante años fue casi un 'Airbnb carcelario'. Entre 2015 y 2018, Noruega alquiló 242 plazas en la prisión holandesa de Norgerhaven. Y entre 2010 y 2016, Bélgica hizo lo propio con unas 650 celdas para reclusos belgas. Actualmente, Dinamarca ocupa 300 celdas en Montenegro para internos extranjeros que acabarán siendo deportados.
¿España podría sumarse?
La legislación española no impide un convenio de este tipo, podría firmarse un acuerdo de colaboración bilateral con Francia, según señala Antonio Andrés Laso, especialista en derecho penitenciario.
Pero dicho convenio debería despejar muchas incógnitas: el tipo de presos que vendrían, si serían franceses o también extranjeros, qué régimen cumplirían, si tendrían permisos o visitas familiares en un país donde no tienen arraigo, o si estarían obligados a aceptar el traslado. También debería definirse si las prisiones españolas seguirían bajo control nacional o si se permitiría la presencia de personal penitenciario francés.
España: celdas disponibles… por ahora
A diferencia de Francia, España tiene más de 11.000 plazas penitenciarias vacías. Según el último informe del Consejo de Europa, que analiza la situación en 47 países, casi el 27% de las celdas españolas están desocupadas: 11.117 de un total de 64.345.
Este margen se explica por varias razones, según los expertos: desde una inversión sostenida en infraestructuras desde el año 2000 para evitar hacinamientos, hasta la aplicación de penas alternativas, deportaciones de extranjeros con condenas menores y la expansión del tercer grado.
Aunque solo es una propuesta lanzada por Macron, la idea ya se estudia discretamente en ámbitos diplomáticos y jurídicos. España podría convertirse, por primera vez, en proveedor de espacio penitenciario para un socio europeo. Pero el debate sobre qué tipo de presos, bajo qué condiciones y con qué garantías éticas y legales, apenas comienza.