El 5 de agosto saltaba la noticia, un español había asesinado al médico Edwin Arrieta. El nombre del sospechoso y las fotografías que se publicaron coincidían con Daniel Sancho, hijo del actor Rodolfo Sancho.

El detenido estaba acusado de haber matado a un hombre y haberlo descuartizado. En su primera declaración, Daniel Sancho reconocía un crimen premeditado. "Él estaba obsesionado conmigo, me engañó", aseguraba en ese momento.

Una versión que cambiaría el 7 de agosto tras entrar en la cárcel. En ese momento, el hijo del actor defendió que todo comenzó con una pelea en la que Edwin terminó dándose un golpe que le provocó la muerte.

De esta forma, cambió el asesinato premeditado por uno accidental. Una segunda versión muy diferente a la que manejan las autoridades tailandesas, y es que. según recogen en sus informes, Daniel Sancho había comprado armas y herramientas los días previos al crimen, asegurando así que lo había planificado.

Ahora, justo cuando se va a celebrar la vista previa al juicio, Daniel Sancho ha vuelto a cambiar de versión. El acusado sostiene que Edwin Arrieta intentó violarle.