Manuela Julia Martínez, administradora de fincas, advierte de un incremento de conflictos entre vecinos hasta un 40% desde la pandemia. Esta señala que se debe a un cúmulo de circunstancias y asegura que "las redes sociales no lo favorecen ni las notas que se dejan".
Además, destaca que el problema de las comunidades es "la falta de comunicación" y plantea que lo más "fácil y sencillo" sería que el vecino molesto con otro llamara a su puerta para resolverlo en vez de colocar una nota en el tablón de anuncios o llamar al administrador de fincas para que se lo comunique.
Sin embargo, afirma que "a la gente le gusta esconderse", algo que Pilar Vidal relaciona con el miedo a una represalia: "Si llamas al vecino porque arrastra los muebles sabes que igual se lo toma mal y los arrastra más".
GonzaloMiró, por su parte, comenta que "hay gente demasiado irascible" y sostiene que "hay que tener un poquito de mano izquierda".