Un grupo ecologista se infiltró en una de estas subastas de lobos y la ganó al pagar 4.500 euros. "Estuvimos pujando tres personas desde diferentes lugares para que no supieran con claridad que habíamos sido nosotros. En ese momento, a lo mejor había 300 personas pujando a la vez que nosotros", afirma Luis Miguel Domínguez, presidente de la Asociación 'Lobo Marley'.
Domínguez señala que las subastas de lobo "salían con un precio de arranque y, entonces, la gente iba subiendo", como en cualquier subasta. Además, el ecologista indica que se trata de un tipo de caza "elitista", donde el perfil del cazador es "una persona de la gran ciudad, que se sienta en consejos administrativos de grandes empresas y tiene chófer".