Esther, la mayor de las hermanas Koplowitz, tiene una casa de unos 900 metros cuadrados y otra que supera los 400 en una pequeña localidad cercana a Madrid. Los reporteros del programa Equipo de Investigación visitan la zona y preguntan por las hermanas. "A un jefe de los que había lo traían en coche aquí, pero venían en helicóptero de Madrid a la finca...", asegura uno de los vecinos, como puede observarse en el vídeo situado sobre estas líneas.

Sobre la relación de las hermanas con los vecinos, los consultados relatan que es "buena": "Yo sé que con las señoras que están trabajando deben de tener buena relación porque vienen, las llevan, las traen...". "Son extraordinarias. Tendría que haber mucha gente en España como ella es", exclama una de las trabajadoras en la finca, quien explica que se dedicaba a "atenderlas" y dice haber estado "muy a gusto" realizando esas funciones.

"Me emociono de no poder estar con ella... No es un dicho, conmigo se ha portado... bueno, con todo el mundo", relata otra trabajadora entre lágrimas. La mujer recuerda que enfermó y la llevó "a Pamplona dos veces". "La boca me la puso ella, las varices... Bueno, que tenía que haber mucha gente como ella. Y ya está". Esther da trabajo en el pueblo a unas cincuenta personas. "Antes de terminar el mes ya había cobrado", destaca una de las empleadas ante las cámaras del programa.