¿Quién hay detrás del departamento de atención al cliente de una gran empresa de telefonía móvil? ¿Cómo son quienes reparan nuestros móviles? ¿Cuál es el desafío del almacén de reparto de un operador móvil con enormes exigencias logísticas? Estas son algunas de las preguntas cuya respuesta desvelará el martes El jefe infiltrado, que emite laSexta en Prime Time.

En este programa Masha Lloyd, la Directora de comunicación de Yoigo, se infiltra entre los proveedores de su propia compañía y muestra por primera vez las entrañas de una gran empresa de telefonía móvil, la complejidad de su gestión y los desafíos a los que se enfrenta. La directiva se convertirá en agente de atención al cliente, técnica de reparación de móviles, comercial en tienda o empleada en un almacén de reparto, lo que le permitirá tener una visión mucho más amplia de la complejidad de su compañía. Sólo así, además, podrá descubrir las incidencias que desde los despachos no siempre se ven, las dificultades por las que pasan algunos de sus empleados y la grandeza personal y profesional de muchos de sus trabajadores.

Hace 20 años llegaban los móviles a nuestra vida y la cambiaron por completo. Hoy muy pocas horas al día somos capaces de pasar sin él a nuestro lado. Y Yoigo, cuarta operadora de telefonía móvil más importante de nuestro país, es una de las empresas que contribuye a ello. Con casi nueve años de vida y cuatro millones de clientes Yoigo es ya una compañía fuertemente instalada en España y con una filosofía muy clara: abaratar las facturas, poner fin a la letra pequeña de las tarifas de telefonía móvil y ser arriesgada, cercana y diferente. Pero quiere mejorar cada día y considera que una buena forma de hacerlo es mostrar su cara más desconocida y resolver desde abajo aquello que podría funcionar mejor.

Para ello la empresa infiltra a una de las personas de máxima responsabilidad de la empresa, Masha Lloyd, su Directora de comunicación. De origen anglo-ruso, esta ejecutiva exigente y apasionada de su trabajo colgará el traje y los tacones, dejará atrás las reuniones estratégicas y se convertirá en una frutera londinense felizmente divorciada que participa en un programa de televisión británico. Bajo esa falsa identidad "La Jefa infiltrada" conocerá en primera persona cómo es el día a día en los diferentes departamentos de los proveedores de una empresa de tal tamaño, descubrirá si los empleados de sus proveedores respetan la novedosa filosofía de la empresa y conocerá los problemas, incidencias o historias personales a los que sólo se puede llegar siendo visto como una compañera de trabajo y no como una jefa. Durante el camino descubrirá que no todo son sonrisas, que el estrés hace mella en algunos departamentos y que no siempre se cumplen los protocolos. Pero también conocerá a modélicos empleados que disfrutan de su trabajo, trabajadores que lo dan todo por la compañía y emotivas historias en sus filas.