Ángel Gabilondo recuerda con Inés Rodríguez su etapa como oposición de Ayuso: "Fue difícil, pero lo viví con toda mi pasión"

Las personas con discapacidad tienen que pasar por ciertos trámites para acreditar su condición, también ven trabas en su día a día, sobre todo en accesibilidad, que les impiden llevar una vida normal. Este tipo de cosas son las que descubrió Inés Rodríguez, que fue recibida por Ángel Gabilondo, defensor del pueblo, en la sede de la institución

"La primera queja y fundamental de las personas con discapacidad suele ser sobre lo que se tarda en acreditarla", explica Gabilondo, que agrega que también recibe quejas sobre retrasos en la Administración, temas laborales, accesibilidad en transportes... Precisamente, el defensor del pueblo tenía un hermano, ya fallecido, que sufrió una parálisis cerebral al nacer.

Según el defensor del pueblo, en los últimos cinco años se han recibido unas 2.000 quejas por temas de discapacidad y también asegura sentirse escuchado por los políticos con respecto al rema. "Tiene la obligación de responderme", señala.

Gabilondo indica que, en los casos en los que no se puede resolver la solicitud, cierra el informe por "diferencia de criterio". "Eso luego va al Congreso de los Diputados en el informe anual y cuando lo ven no les gusta mucho", explica.

Durante la conversación con la periodista, Gabilondo también desgrana su etapa como profesor universitario. "Siempre me he llevado bien con los estudiantes", reconoce.

Además, también habló de su etapa como portavoz del PSOE en Madrid y los pros y contras "de compartir tiempo con Ayuso". "Fue difícil, pero lo viví con toda mi entrega y pasión", dice sincero. "A veces me han dicho que me falta colmillo, pero tengo amigos que me sacaron de esa frase. Me dijeron: 'Gabilondo no tiene colmillo, pero tiene buenas muelas del juicio'", añade.

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