Durante toda su carrera, Shlomo Ben Ami ha trabajado activamente en la mediación para la resolución del conflicto entre Israel y Palestina y señala que las guerras con Gaza ya se han convertido en "un asunto de serie inacabable", aunque aclara que esta última es "muchísimo más enorme y las calles están vacías con centenares de miles de personas en el servicio militar": "En un país como Israel, movilizas a 350.000 reservistas, estás prácticamente paralizando la vida económica".

El diplomático asegura que el Gobierno de Benjamín Netanyahu tenía "una estrategia falaz, de ningunear a la Autoridad Palestina en Cisjordania y mantener el Gobierno de Hamás con inyecciones de asistencia financiera por parte de Catar". Algo que, según explica, el primer ministro israelí ha estimulado porque "le servía el propósito de fortalecer a Hamás", puesto que, de esa manera, "evitaba la solución política", dice.

"Su marcha de la política tiene que ser algo tan urgente como acabar esta guerra", sostiene y manifiesta que el Gobierno israelí actual "no es un gobierno de paz": "Tiene que desaparecer de la faz de la Tierra, es un gobierno de extremistas radicales, protofascistas". Además, subraya que la invasión de la franja es "un acto arriesgado, que puede llevar a la expansión del conflicto y no tiene objetivo político" y, de producirse, "acabará con muchísimas víctimas por ambas partes".