Tras la visita relámpago de Joe Biden, presidente de EEUU, Israel permitirá crear un corredor humanitario en Gaza. Este llegará desde Egipto y solo se permitirá entrar agua, alimentos y medicinas. Además, Biden ha anunciado un paquete de ayudas sin precedentes para la defensa de Israel y ha apoyado la versión de su aliado sobre la autoría del atentado en el hospital de Gaza. Para conocer la última hora del conflicto, El Intermedio conecta con el periodista Mikel Ayestaran, experto en Oriente Medio, que se encuentra en Jerusalén.
El periodista indica que desde Israel han confirmado que se va a permitir el acceso de esos camiones, aunque sin detallar la fecha, con comida, agua y medicinas que llevan esperando varios días. Como explica, "estos serán revisados de manera exhaustiva, algo que exige Israel antes de poder entrar en Gaza". Además comparte la exigencia indicada por EEUU de que esta ayuda no puede beneficiar a Hamas en ningún caso.
Como indica Ayestaran, "la entrada de ayuda humanitaria es absolutamente imprescindible" debido a que mucha gente está empezando a beber agua del mar, no hay comida en muchos lugares y, además, "hay más de un millón de desplazados, la mayoría en la zona sur". Como dice "la situación es desesperada" y, añade, "la gestión de la misma va ser complicada, sobre todo por que no hay un anuncio del alto al fuego a la vista, todo lo contrario".
En cuanto a la visita de Biden, el punto clave de la misma ha sido mostrar su apoyo "total y sin fisuras" a Israel en esta guerra. Como dice el periodista, a la espera de la visita del presidente de EEUU se había congelado esa nueva fase de la que hablaban los militares israelíes. Tras el apoyo manifestado por Biden, el periodista indica que "ya está reunido el consejo de seguridad de Israel y, podemos decir, que tienen luz verde para entrar en esa nueva fase". Aunque todavía no han confirmado si esa nueva fase será una operación terrestre, como afirma Ayestaran, "sí que sabemos que nada ni nadie va a detener a Israel en lo que, más que una guerra, es, como lo calificó Netanyahu, una venganza".