María Avizanda ha estado en El Puche, un barrio vulnerable a pocos kilómetros de Almería. Allí ha hablado con Óscar Bleda, educador social y director de la asociación Ítaca, que explica cómo este barrio se levantó de manera provisional en los 70 para realojar a quienes habían perdido sus casas por unas inundaciones. Afirma que en un momento determinado "se empezó a entender como una zona olvidada y, de alguna manera, se estableció un muro entre el barrio y la ciudad".

Carmen Rodríguez, presidenta de la asociación de vecinos de El Puche, recuerda cómo ha cambiado el barrio desde los años 80 hasta hoy. En el vídeo sobre estas líneas explica que, además de que "la población aumenta y las necesidades aumentan", El Puche ha visto cómo "el autobús dejó de entrar", a lo que se suman los permanentes cortes de luz: "Hay 15.000 personas en el barrio y el cableado está obsoleto", apunta Carmen, que asegura no saber por qué no quieren darles electricidad: "Yo sé que pago 100 euros todos los meses", señala rotunda.

Juan Heredia, vecino de El Puche, comenta que en el barrio "estamos la mitad parados, la mitad buscando chatarra" y que "hay gente que van a los basureros porque no tienen para darle de comer a sus hijos". Sobre el estigma que rodea a El Puche, afirma que "hay gente que no se puede vivir con ellos, pero hay gente muy buena" y manda un contundente mensaje: "La gente pobre somos personas".