Andrea Ropero visitaba Rada de Haro, un pequeño pueblo de Cuenca que acoge un centro de menores con el que todos los vecinos están encantados. Los jóvenes, menores inmigrantes que llegaron a España solos, han devuelto la vida a esta localidad de 49 habitantes y se han convertido en un valioso elemento de la comunidad.

Pero, ¿esperaban estos jóvenes lo que iban a encontrar en esta localidad? "No, para nada", contestaba Mari Luz Desviat, educadora del centro, que señalaba que "un pueblo tan pequeño no ofrece grandes cosas culturales, ni de ocio, pero luego se dan cuenta de que lo que vienen buscando, si lo encuentran", afirmaba esta mujer refiriéndose a oportunidades laborales. Sus reflexiones y las de otros vecinos del pueblo, en este vídeo.

(*) Desde laSexta.com estamos recuperando los mejores momentos de la hemeroteca de El Intermedio.

El futuro de dos jóvenes que llegaron a este centro siendo menores

"Aquí había gente buena que nos aconsejó quedarnos", cuentan a El Intermedio Achraf Joukh y Mohamed Ahmidout, dos de los jóvenes que han pasado por el centro de acogida de Rada de Haro, donde han acabado trabajando como ganaderos. Puedes escuchar sus testimonios en este vídeo.