Andrea Ropero ha viajado a Mogán, en Canarias, para conocer de primera mano la situación que viven los migrantes que llegan en patera al puerto español. Allí conoce a Camil, de Costa de Marfil, que asegura que no tuvo otra opción más que la de huir de su país porque le perseguían para llevarle a la cárcel y torturarle. "Casi pierdo la vida en este viaje, a bordo de una barca con 41 personas. Fue horrible", reconoce.

El viaje le costó unos 2.500 euros, y pese a todos los peligros cree que mereció la pena porque "en Europa existen los derechos humanos". "Si huimos hasta aquí es en busca de protección internacional", afirma.

También Abdeljalil El Fatemy, de 23 años y originario de Marruecos, ha contado su historia. Atrapado desde hace cinco meses en Canarias, explica que "los días son muy complicados, pero los pasamos con personal del centro, los socorristas y personal de Cruz Roja que merecen ser valorados". Afirma que estos les tratan con "hermandad y afecto" y que también la relación con los vecinos se desarrolla "sin problemas". "Somos los que debemos estar a la altura, ellos han entendido nuestra situación y eso se lo agradezco", cuenta el joven.

La reportera también ha tenido la oportunidad de charlar con José Antonio Rodríguez, responsable autonómico de respuesta inmediata de Cruz Roja, que explica en las lamentables condiciones que llegan tras el viaje: "Llegan sin poderse mover, casi ni hablan". Además, también ha resaltado la solidaridad de los vecinos, pues reconoce que "cualquier patera o cayuco que llega a cualquier playa de buenas a primeras empiezan a aparecer mantas, biberones con leche, pañales...".

Además, Andrea Ropero ha conocido a tres menores migrantes que hace apenas unos meses aterrizaron en Canarias tras un duro viaje en patera. En este vídeo explican los motivos que les llevaron a despedirse de su familia y venir en busca de un futuro.